jueves, 20 de mayo de 2010

La Foto de la Semana

De Tácticas y Estrategias
Horacio Besson

Cleggmeron: matrimonio a la inglesa

Semana de titulares británicos. El Reino Unido ha renovado sus símbolos de lo que es y representa ante sí mismo y ante el mundo.
Por un lado, el icono del estilo londinense, Harrods, ya no está en manos del incómodo Mohamed Al Fayed, al que la oligarquía inglesa le ha hecho la vida imposible negándole la ciudadanía británica. Eso sí, el egipcio se va con los bolsillos repletos: mil 500 millones de libras. Más del doble de lo que pagó.
En Cannes, el mítico Robin Hood, símbolo de la justicia británica, saltaba a la pantalla de la mano de Ridley Scott, Russell Crowe y Cate Blanchett.
Y en Downing Street se sellaba el nuevo matrimonio Cameron-Clegg. Así lo informó The Guardian: “La boda veraniega fue feliz, pero las pruebas del matrimonio recién empiezan”. Y es que el nuevo primer ministro, el conservador David Cameron, ha logrado lo casi imposible, lo que él mismo calificó como “cambio histórico y sísmico”, al convertir su victoria cuasi pírrica en una estratégica alianza con sus adversarios, los liberal-demócratas, para lograr la mayoría parlamentaria.
¿Qué sigue ahora? No sólo se trata de degustar el té semanal con Her Majesty, sino enfrentar la muy preocupante situación económica y reducir el enorme déficit (11% del PIB) que amenaza con desbordarse.
Y hay más: el papel jugado por Londres en la invasión a Irak, el mantenimiento de tropas británicas en Afganistán, la ley migratoria y la tradicional fobia inglesa por Europa.
Todo esto en un extraño matrimonio entre los herederos de Margaret Thatcher (con la que se han desmarcado casi del todo) y la izquierda moderada de los lib-dems.
Si bien tienen mucho en común Cameron y Clegg, como sus orígenes aristocráticos, su edad -43 años-, sus estudios en exclusivas universidades (Oxford y Cambridge) e incluso un ligero parecido físico, existen muchos campos de la política en donde la distancia es más que evidente, como el de lograr un nuevo sistema electoral. De ahí las apuestas que circulan del tiempo de vida de la coalición, incluso algunos ponen el 2013 como fecha para los comicios anticipados.
Ante el pesimismo de algunos, Clegg responde: “Hasta ahora éramos rivales, ahora somos compañeros. Y eso dice mucho sobre la nueva política”. Típico optimismo de los novios cuando viven su luna de miel. Ya veremos cuando los primeros problemas cotidianos pongan a prueba la capacidad de diálogo del gobierno Cleggmeron.
Mientas tanto, tories y lib-dems hacen malabares para quedar bien con todo el mundo. Como Harrods: “Omnia Omnibus Ubique” (“Todas las cosas para todos, en todas partes”)… al tiempo que Hood recibe no tan buenas críticas en la Riviera francesa.

http://impreso.milenio.com/node/8766959

jueves, 13 de mayo de 2010

La Foto de la Semana

De Tácticas y Estrategias

Horacio Besson

Obama y los huevos de piedra


Semana de altas temperaturas. El Olimpo arde y Europa entra en pánico. En Londres, la reina no sabe aún con quién tomará el té de las cinco. Mientras, en América, la cruel agonía se hace presente en el Golfo de México.

En este contexto, el discurso pronunciado por Barack Obama en la ceremonia de graduación de la Universidad de Michigan, el 1 de mayo, pasó por demás desapercibido pese a la importancia del mensaje.

El presidente estadunidense nos habla de la esencia de la democracia: el respeto al otro, a sus ideas y al derecho de manifestarlas, difundirlas y ponerlas en práctica sin ignorarlas e incluso, recomienda, acercarse a ellas.

“Si usted es alguien que lee normalmente los editoriales de The New York Times (periódico progresista), trate de leer de vez en cuando los editoriales de The Wall Street Journal (conservador). Quizá le hagan hervir la sangre, quizá no le cambien su forma de pensar, pero la práctica de escuchar los puntos de vista opuestos es esencial para ser un verdadero ciudadano.”

Pero sus recomendaciones no sólo son para los lectores, el ciudadano común, sino para los políticos que usan la calumnia como estrategia: “Diseminar acusaciones de comunista o fascista puede servir para conseguir titulares, pero también tiene el efecto de comparar a nuestros rivales políticos con regímenes totalitarios y hasta sangrientos”.

Obama advierte: “Este tipo de descalificaciones y de retórica, cierra la puerta a la posibilidad de compromisos y erosiona la deliberación democrática”.

Y recuerda lo primario en la democracia, aunque corra el riesgo de ser calificado de ingenuo: “Se puede discrepar sin necesidad de demonizar a la persona con la que se discrepa, se pueden poner en duda sus juicios sin necesidad de poner en duda sus motivos o su patriotismo”.

¿Cuántos de nuestros queridos y comprometidos políticos se han enterado del discurso? ¿Cuántos, lo han entendido y asimilado?

Mientras tanto, la Generación del No hace de la contemplación un verdadero arte al tiempo que encauza su “patriótico existir” a incubar piedras.

http://impreso.milenio.com/node/8763180


martes, 4 de mayo de 2010

La Foto de la Semana

De Tácticas y Estrategias

Horacio Besson

Mujeres: la revolución tras el velo

“No llores como mujer lo que no supiste defender como hombre”

La reina Aixa a su hijo, el sultán Boabdil, tras ser derrotado

en Granada por los Reyes Católicos

South Park, el pequeño pueblo ficticio (y modelo de lo que debe y no debe ser el american way of life) de Colorado, tiene miedo. El extremismo ha puesto sus ojos sobre él y ha amenazado de muerte a sus creadores vía internet. El temor ha podido más que la irreverencia y, ante las advertencias, se impone la autocensura: nadie osará ridiculizar a Mahoma.

Nadie levanta mucho la voz. Quizá Bart Simpson tenga la explicación de nuestro silencio cuando, en un acto de solidaridad con los pequeños Stan, Kyle, Eric y Kenny, escribe en el pizarrón de su escuela: “South Park- we’d stand reside you if we weren’t so scared” (“Estaríamos con ustedes si no tuviéramos tanto miedo”).

En tanto, en otra vuelta de tuerca, Europa atiza la confrontación entre Oriente y Occidente: Bélgica prohíbe a sus mujeres cubrirse de pies a la cabeza con el velo musulmán al tiempo que París se prepara para impedir que el burka y el niqab sean vistos en las calles francesas. Ya en noviembre, los suizos habían votado en referéndum para prohibir los minaretes quizá pensando que la visión de sus lagos, chalets y Alpes podría ser entorpecida por la obra de Alá.

En el medio de esta ancestral disputa, la actriz libanesa, residente en Francia, Darina al Joundi nos recuerda, a través de una entrevista publicada el domingo pasado en El País Semanal, que las mujeres musulmanas tienen mucho que decir, y actuar, ante el extremismo y la intolerancia de su entorno.

Darina vivió —sobrevivió— a la guerra civil de su país. Combatiente, asimiló los consejos de su padre, Assen al Joundi, un intelectual sirio refugiado en Beirut: “Ten cuidado, hija mía, todos los hombres de este país son unos monstruos con las mujeres (…) están maniatados por las costumbres, están corroídos por Dios (…) se bajan la bragueta como si armaran una metralleta, sueltan su sexo sobre las mujeres igual que si les lanzaran un pitbull”.

Fuerte, sin velo que le haga de bozal, arremete: “No creo en ningún dios… las religiones son sectas. Usan y manipulan a la gente”. Y da con la clave: “Si quieres liberar a las mujeres, dales educación, música, literatura… y luego veremos si tienen ganas de ocultarse tras un velo”.

Serán las mujeres musulmanas las que harán la revolución para arrebatarle a los extremistas el Corán. Sólo ellas. Los ejemplos, silenciosos, gota a gota, empiezan a desvelarse: desde Teherán (hartas de la falocracia confundida con la teocracia), Ankara, Estambul, Yakarta o Sarajevo.

Ahí y no en las armas, ataques e invasiones de Washington, Bruselas o Israel que sólo conducen al eterno laberinto sin salida de la ley del talión.

http://impreso.milenio.com/node/8759668