martes, 4 de mayo de 2010

De Tácticas y Estrategias

Horacio Besson

Mujeres: la revolución tras el velo

“No llores como mujer lo que no supiste defender como hombre”

La reina Aixa a su hijo, el sultán Boabdil, tras ser derrotado

en Granada por los Reyes Católicos

South Park, el pequeño pueblo ficticio (y modelo de lo que debe y no debe ser el american way of life) de Colorado, tiene miedo. El extremismo ha puesto sus ojos sobre él y ha amenazado de muerte a sus creadores vía internet. El temor ha podido más que la irreverencia y, ante las advertencias, se impone la autocensura: nadie osará ridiculizar a Mahoma.

Nadie levanta mucho la voz. Quizá Bart Simpson tenga la explicación de nuestro silencio cuando, en un acto de solidaridad con los pequeños Stan, Kyle, Eric y Kenny, escribe en el pizarrón de su escuela: “South Park- we’d stand reside you if we weren’t so scared” (“Estaríamos con ustedes si no tuviéramos tanto miedo”).

En tanto, en otra vuelta de tuerca, Europa atiza la confrontación entre Oriente y Occidente: Bélgica prohíbe a sus mujeres cubrirse de pies a la cabeza con el velo musulmán al tiempo que París se prepara para impedir que el burka y el niqab sean vistos en las calles francesas. Ya en noviembre, los suizos habían votado en referéndum para prohibir los minaretes quizá pensando que la visión de sus lagos, chalets y Alpes podría ser entorpecida por la obra de Alá.

En el medio de esta ancestral disputa, la actriz libanesa, residente en Francia, Darina al Joundi nos recuerda, a través de una entrevista publicada el domingo pasado en El País Semanal, que las mujeres musulmanas tienen mucho que decir, y actuar, ante el extremismo y la intolerancia de su entorno.

Darina vivió —sobrevivió— a la guerra civil de su país. Combatiente, asimiló los consejos de su padre, Assen al Joundi, un intelectual sirio refugiado en Beirut: “Ten cuidado, hija mía, todos los hombres de este país son unos monstruos con las mujeres (…) están maniatados por las costumbres, están corroídos por Dios (…) se bajan la bragueta como si armaran una metralleta, sueltan su sexo sobre las mujeres igual que si les lanzaran un pitbull”.

Fuerte, sin velo que le haga de bozal, arremete: “No creo en ningún dios… las religiones son sectas. Usan y manipulan a la gente”. Y da con la clave: “Si quieres liberar a las mujeres, dales educación, música, literatura… y luego veremos si tienen ganas de ocultarse tras un velo”.

Serán las mujeres musulmanas las que harán la revolución para arrebatarle a los extremistas el Corán. Sólo ellas. Los ejemplos, silenciosos, gota a gota, empiezan a desvelarse: desde Teherán (hartas de la falocracia confundida con la teocracia), Ankara, Estambul, Yakarta o Sarajevo.

Ahí y no en las armas, ataques e invasiones de Washington, Bruselas o Israel que sólo conducen al eterno laberinto sin salida de la ley del talión.

http://impreso.milenio.com/node/8759668

3 comentarios:

  1. Horacio:
    Me gusta mucho como escribes: se me hace un estilo fino, conciso, con precisiones sin menoscabar lo impresionista y personal. Leí el de OBAMA Y LOS HUEVOS DE PIEDRA y me interesó mucho: humano y certero. Gracias.
    SALVADOR LEMIS
    Director Centro de Investigaciones Escénicas de Yucatán.
    Dramaturgo, teatrólogo y director teatral.

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  2. Sería interesante que veas el Blog: Generacion Y
    Lee las preguntas que Obama respondió a esta importante Bloguera que ha ganado muchos Premios Mundiales por su Generacion Y.

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