viernes, 26 de marzo de 2010

La Foto de la Semana

De Tácticas y Estrategias
Horacio Besson
Los enredos de Netanyahu

Israel se alista para el Pésaj. Mientras los ultraortodoxos preparaban la matzá, para conmemorar la huida de Egipto hacia la Tierra Prometida, Benjamin Netanyahu hacía lo propio: regresaba de Estados Unidos a su amada Jerusalén.
Un viaje nada fácil. Al parecer, al primer ministro israelí no le están saliendo del todo bien sus movimientos.
En su edición de ayer, el diario Yediot Aharonot afirmó que Barack Obama “humilló” a Netanyahu en el ríspido y hermético encuentro que tuvieron la noche del martes en la Casa Blanca. “Emboscada” se atreve a calificar el rotativo israelí.
Y es que Obama no esconde su furia. Ante la evasiva acción israelí para plantear los primeros gestos concretos para acercarse a los palestinos, Washington se desespera. El gobierno de Bibi, como se le conoce a Netanyahu, tuvo la genial, y “oportuna”, idea de anunciar la edificación de mil 600 viviendas en la Jerusalén ocupada, durante la estancia en Israel de Joe Biden, consciente que el vicepresidente iba con el propósito de concretar un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos y sabiendo que la medida era una directa provocación a los árabes.
Sin duda, Yediot Aharonot exagera, pero lo que es un hecho es que la Casa Blanca decidió no esconder su molestia tras el encuentro con Netanyahu.
El lenguaje diplomático tiene sus pequeñas y sutiles formas para ser implacable en lo que quiere decir.
Y Washington no fue la excepción: contrariamente al protocolo, no ha distribuido la foto oficial entre ambos mandatarios y no permitió el acceso de los periodistas, como es lo habitual en las pláticas de un presidente estadunidense con dignatarios extranjeros, al final o al principio de la reunión con Bibi.
Pero si Netanyahu se enfrentó a fuertes tormentas en Washington, en casa no serán menos.
El actual gobierno israelí está compuesto por una coalición entre la derecha, nacionalistas y ultraortodoxos, encabezados por el poderoso Likud, intransigentes a cualquier posibilidad de ceder.
Atrapado por sus propias convicciones y las de sus aliados, Netanyahu, si quiere ceder ante Washington, deberá integrar a su gobierno al partido centrista Kadima.
Mientras tanto, el ministro israelí de Interior, Eli Yishai, da las “gracias al Creador por el privilegio de ser el ministro que aprobó la construcción” de las viviendas en el Jerusalén ocupado.
Huele a pólvora. Bastará solo una chispa para invocar al terrible pasado….
Difícil pascua para Bibi.

viernes, 19 de marzo de 2010

La Foto de la Semana

De Tácticas y Estrategias

Horacio Besson

Cuba: el tiempo se agota

Dicen que hay más tiempo que vida. Al menos, La Habana piensa así. Hoy, Guillermo Fariñas cumple 25 días sin comer ni beber nada. Exige la excarcelación de 26 presos políticos. Hasta ahora ha chocado con pared: con obcecada actitud, el gobierno cubano no cede. Al contrario, decide, en una especie de mutismo que raya en el autismo, esperar a que el disidente se canse y abandone su propósito. O se muera.

El problema es que el mundo está observando. A a la defensiva, La Habana contraataca.

El Granma habla de una prensa occidental cuyos “titulares malintencionados se esmeran en orquestar una campaña en favor del contrarrevolucionario Guillermo Fariñas” que de esta forma, asegura el diario, “responden a los intereses imperialistas contra nuestro país”. Granma también minimiza el papel de Fariñas al afirmar que tiene un “claro desajuste de su personalidad” que se traduce en agresividad como cuando, añade, golpeó a una mujer o agarró a bastonazos a un anciano.

La indiferencia ante la muerte de Orlando Zapata y ahora ante la huelga de hambre de Fariñas, así como la manera despectiva de calificarlos; el sistema de justicia por demás hermético, el monopolio de la información y también, se pretende, de la razón, que impide opinar distinto a lo que digan las autoridades sin ser tachado de contrarrevolucionario, todo esto refleja la estrechez de miras del gobierno cubano para defender su propia postura.

Es cierto, el río está revuelto. Sectores de Miami y recalcitrantes castrofóbicos en todo el mundo se convierten en ávidos pescadores. El problema es que quien revolvió las aguas fue la propia Habana.

Por más argumentos —válidos o no— que el gobierno cubano utilice para defenderse y para descalificar las críticas que se le han venido encima, por más que se sienta atacado (la condena emitida por el Parlamento Europeo por la “cruel y evitable” muerte de Zapata es, para La Habana, una “conjura en marcha”), el problema de fondo es que otra vida está en juego. Otra vida y todo un sistema judicial que es constantemente señalado por su deficiencia en garantizar los derechos humanos de sus procesados.

La Habana debe acceder a la demanda de Fariñas, no porque se trate de ceder principios o tragarse el orgullo, sino para mostrar —mostrarse— que sabe escuchar y rectificar. Si él muere, los gobernantes cubanos tienen mucho que perder y poco, muy poco, que ganar.

Pero quizá para eso, pensará Raúl Castro, hay más tiempo que vida.

http://impreso.milenio.com/node/8737280

domingo, 14 de marzo de 2010

La Foto de la Semana

De Tácticas y Estrategias

Horacio Besson

Lula: cuando dejar de fumar se convierte en un problema

Lula ha dejado de fumar. No ha sido fácil: 50 años dedicados al placer del tabaco. Quizá por ello esté de malas. También el destino le ha jugado alguna mala pasada. Como, por ejemplo, estar en el lugar y el momento inadecuados: siete horas antes de que llegara, el martes 23 de febrero, a La Habana, Orlando Zapata Tamayo moría, tras una huelga de hambre de 85 días.

Lula decidió hablar sobre el asunto. Y habló de más: “Imagine si todos los bandidos que están presos aquí en Sao Paulo entrasen en huelga de hambre y exigiesen libertad”. Y no sólo eso, descalificó la huelga de hambre como método de protesta. Pronto, le recordaron su olvido: “El presidente está siendo incoherente con su pasado”, afirmó el titular de la comisión de Exteriores del Senado, el opositor Eduardo Azeredo. Y es que, como dice la biografía oficial de Da Silva, “en 1980, una nueva huelga de los metalúrgicos provocó la intervención del Gobierno Federal en el sindicato y la prisión de Lula y otros dirigentes sindicales”. Fueron 31 días de prisión. Entonces decidió ponerse en huelga de hambre. Le bastaron seis días.

Guillermo Fariñas, con 17 días de huelga de hambre y agua a cuestas, también le respondió: “Sé que (Lula) nos comparó con delincuentes comunes y esas declaraciones merecen rechazo, Lula está más comprometido con sus ideas políticas de extrema izquierda que con la raza humana”.

Si bien el periodista cubano vive su propia lucha (al borde de la muerte, pide lo hasta ahora imposible: la apertura del sistema cubano), el señalar a Lula como “de extrema izquierda”, es, por demás erróneo. Tal vez por eso, porque en los hechos, Lula desvaneció los temores de los empresarios brasileños que veían en él, al llegar a la presidencia por primera vez, en 2002, una especie de clon de Fidel Castro, y porque se ha convertido, sin duda, en un modelo de la socialdemocracia moderna, que su comportamiento ante la disidencia cubana resulte por demás, desconcertante.

Justo por ello, ayer (al tiempo que la comisión de Relaciones Exteriores del Senado brasileño aprobaba una moción de solidaridad con los presos de conciencia en Cuba) Lula decidió recibir el pedido de la disidencia cubana para que abogue por los presos políticos en la isla. Eso sí, acotó, “bajo el principio de no injerencia en asuntos internos”.

Mientras tanto, Lula lucha con sus propios demonios : “Ya tengo 64 años de edad, no tengo más tiempo para hacer experimentos en la vida. Si usted piensa que el promedio de edad en Brasil es de 75 años, voy a sobrevivir de 10 a 15 años, y los voy a pasar sin fumar”.

A veces, el síndrome de abstinencia del fumador explota por donde uno menos lo espera.

http://impreso.milenio.com/node/8733644

viernes, 5 de marzo de 2010

La Foto de la Semana

De Tácticas y Estrategias

Horacio Besson

Los placeres que tientan a Roma

Algo pasa en Roma. Tras las fuertes nevadas de febrero (las más intensas en 24 años), los escándalos son ahora los que cubren a la Ciudad Eterna. Los ingredientes son los básicos para hacer estallar la indignación en las conversaciones de sobremesa de las familias italianas: corrupción, políticos, empresarios, dinero... y sexo, mucho sexo.

Angelo Balducci, personaje principal de las notas venidas a comidilla en los medios de comunicación italianos, inició el embrollo del escándalo al ser acusado de tejer una gigantesca, y lucrativa, red de intereses corruptos en torno a la organización de la cumbre del G-8, realizada en julio pasado, y que le habría costado al erario italiano más de 500 millones de euros.

Pero no sólo eso, Balducci tiene mucho más que mostrar. “Angelo... no te digo más. Dos metros, 97 kilos, 33 años y completamente activo”. Quien recomienda es Chinedu Thomas Ehiem, nigeriano de 40 años, o Mike para los amigos. Quien escucha, es Balducci. Poco se sabe de la “mercancía” a tratar, salvo que, ante el juicio que se le sigue al ex presidente del Consejo Superior de Obras Públicas, podría implicar el delito de explotación de prostitución masculina.

El catálogo era grande: cubanos, italianos o europeos del Este, futbolistas, bailarines, modelos. El color no importaba: latinos, rubios y negros. Migrantes y… seminaristas.

Y es que Balducci y Mike son hombres de fe: el primero, casado y con dos hijos, como Caballero de Su Santidad —la elitista y exclusiva organización laica de la Curia Romana—y el segundo, el que le conseguía los ignudi, cantor de la coral de la capilla Giulia de San Pedro.

Por ello, quizá preocupado por la formación de uno de sus muchachos, Balducci se le oye preguntar: “¿Él, a qué hora tiene que volver al seminario?”.

Incluso hay buenos consejos por parte de uno de los cómplices de Mike a un ragazzo: “Pones música, te tragas el Viagra y ¡adelante! Son dos mil euros”.

La red de prostitución masculina salió a la luz pública por las conversaciones telefónicas espiadas, grabadas y, ahora, presentadas ante un juez de Florencia que sigue el caso de Balducci, en una investigación de personajes cercanos, “muy cercanos” aclara la prensa italiana, a Guido Bertolaso, poderoso secretario de Estado y uno de los consentidos de Silvio Berlusconi. Y hay más, Balducci, de 63 años, también es investigado por las obras públicas en torno al Jubileo Extraordinario del 2000 en donde altos funcionarios del Vaticano habrían participado.

Encerrado en prisión mientras espera el desenlace de su juicio, Balducci tendrá tiempo de sobra. La lectura le puede ayudar. La primavera romana de la señora Stone, de Tennessee Williams, podría ser una excelente recomendación.

http://impreso.milenio.com/node/8729830