miércoles, 27 de abril de 2011

La Foto de la Semana

De Tácticas y Estrategias

¡Indignez-vous!

Horacio Besson

“En los ojos del joven arde la llama, en los del viejo brilla la luz.”

Víctor Hugo

Tiene 93 años y, de acuerdo a sus propias palabras, se encuentra “en la etapa final’’. Quizá por ello, busca hacerse eco en los que tienen seis, siete e incluso ocho décadas menos y encontrar una tabla de salvamento para esa humanidad que ante su entorno en pleno diluvio, se muestra somnolienta y alienada.

El llamado “padre” de los Derechos Humanos, Stéphane Hessel, busca espabilar a esa juventud que en el nacimiento del siglo XXI se está dejando permear con la indiferencia y les grita: “¡Indignez-vous!”.

Sí, indignarse ante la intolerancia, ante los crímenes, ante la destrucción del medio ambiente, ante la manipulación del miedo, de la fe y del mercado y ante la erosión de los derechos humanos.

Hessel sabe de lo que habla, no sólo es un sobreviviente de las torturas de la Gestapo durante la Segunda Guerra Mundial, sino que fue parte del equipo redactor de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que hace más de 60 años la Asamblea General de la ONU adoptó en el Palacio de Chaillot, de París. Por cierto, el único aún con vida.

“Quisiera que la gente tomara conciencia del hecho de que las cosas no marchan bien en esta sociedad ni en esta época”, declara Hessel en entrevista con la AP tras el fenómeno de ventas en que se ha convertido su pequeño libro (es de sólo 32 páginas y cuesta 3 euros) ¡Indignez-vouz! (¡Indígnense!) en Francia desde octubre pasado, cuando salió a la venta. Y justifica su llamado a la juventud: “Lo constatan a diario, y se sienten infelices, o desafortunados. Piensan que las cosas no deberían ser así. Pero no hacen nada al respecto”.

¿Se le puede tachar de ingenuo a este francés que participó en la Resistencia contra la ocupación nazi y escapó de morir en la horca en el campo de concentración de Buchenwald?

En 2009, Hessel le respondía a El País ante una inquietud similar en torno a la Declaración Universal:

“No éramos ingenuos. Sabíamos que lo que proclamaban no reflejaba la realidad, eran un ideal hacia el cual tender. Estábamos en un momento de la historia, entre 1945 y 1948, que nos permitía ser audaces. Y fuimos tan lejos como nos dejaron ir”.

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De Tácticas y Estrategias

Haití, ¿feliz Año Nuevo?

Horacio Besson

En Haití la devastación se reproduce así misma. Eterna como la desolación que se incrusta en sus habitantes, hace de la desesperanza la bandera de este paupérrimo territorio.

El próximo miércoles se cumplen 365 días del terrible terremoto que, ensañándose con esta nación, llevó a 10 millones de seres al borde del precipicio. No todos se pudieron aferrar a la tierra: al menos 222,570 perdieron la vida (otras cifras afirman que las muertes superan las 300 mil) y un millón y medio vio cómo desaparecía su hogar.

Titulares en los diarios del mundo, complejos análisis, tiempo en televisión, reuniones de diplomáticos, promesas engolosinadas de donaciones a manos llenas, ong’s germinando como nunca. Haití, la pobre Haití sensibilizaba a gobiernos, altruistas espontáneos, organismos internacionales, artistas con caritativos conciertos al tiempo que padres adoptivos brotaban por doquier decididos a adoptar a los simpáticos huérfanos. Una, cientos, miles de manos para el golpeado país.

Un año después, Haití se ve al espejo y encuentra el mismo rostro de siempre: sucio, destruido y abandonado “a la buena de Dios” hasta por su propio gobierno que incapaz de asumirse como Estado, juega a la pantomima de administrar, reconstruir, planificar e incluso, organizar unas elecciones cuyos candidatos se pierden en un limbo de fechas, responsabilidades y acusaciones.

Eso sí, ayer la ministra haitiana de Cultura y Comunicación, Marie Laurence Jocelyn Lassègue, anunció la forma con que habrá de conmemorarse el primer aniversario del sismo: el día 12 se declara no laborable, la bandera a media asta, un minuto de silencio justo a las cuatro de la tarde con 53 minutos (la hora fatídica), “un tono de llamada a los muertos” en las iglesias y las comisarías y la liberación de globos blancos.

¿Y la reconstrucción? ¿Y el proyecto económico y laboral? ¿Y las nuevas políticas antisísmicas? ¿Y los planes de emergencia ante potenciales desgracias (el cólera, por ejemplo)? Irónicas preguntas para un país que no tiene aliento. Entonces, ¿y las donaciones internacionales? ¿Y las promesas de los gobiernos de otras partes del mundo? ¿Y la ONU?

El escritor uruguayo Eduardo Galeano contaba después del sismo, el 7 de febrero en El País Semanal, que “uno de los sobrevivientes, que perdió a su mujer, a sus hijos, su casa, su todo, respondió a la pregunta de un periodista: ‘¿Y ahora? Ahora lloro. Todas las noches lloro. Aquí, en la plaza donde duermo, lloro. Y después me levanto y camino. No sé adónde. Camino. Sigo. Busco la vida. No me preguntes por qué”’.

Un año después, ¿qué será de él?

Sí, un feliz 2011 para Haití.

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martes, 26 de abril de 2011

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De Tácticas y Estrategias

De lluvias y arcas chavistas

Horacio Besson

Dos países. Una calamidad en común. Dos maneras de afrontarla. Las lluvias se han ensañado con Colombia y Venezuela. En ambas naciones, la población hace un recuento de los terribles daños provocados por el agua. El dolor es compartido en ambos lados de la frontera.

Por un lado, las tormentas en Colombia, sin precedentes, han dejado, hasta el momento, al menos 280 muertos, 99 desaparecidos y una cifra impresionante de damnificados: 1.9 millones de seres humanos sin un lugar para vivir.

Por el otro, las precipitaciones en suelo venezolano han provocado 38 muertos y alrededor de 130 mil damnificados.

Pero hay maneras a maneras de reaccionar por aquellos que tienen las riendas del poder. Y justo ahí es donde se marcan las abismales diferencias entre Bogotá y Caracas.

Juan Manuel Santos declaró un estado de excepción, bajo la tutela de la Constitución colombiana, para poder expedir decretos con fuerza de ley y así, desarrollar las acciones necesarias de forma inmediata para paliar la grave crisis humanitaria, ecológica y económica causada por las lluvias.

Esto se traduce básicamente en expedir decretos para destinar impuestos, concretar créditos externos y vender activos estatales. Todo esto para lograr una recaudación aproximada de 5,300 millones de dólares para atender a los damnificados.

No hay más poderes para Santos: ni superioridad sobre el Congreso, ni ante el Judicial, ni ante los demás elementos de la sociedad que componen un Estado equilibrado y bajo el marco legal y democrático.

¿Y en Venezuela? Hugo Chávez ha pedido a la Asamblea Nacional, dominada por sus seguidores, la aprobación de una normativa que le otorgará el poder de legislar sin debate y por decreto en una amplia gama de materias. Todo, argumenta, para hacerle frente a las lluvias. Y no será por unas semanas o un par de meses. Será por todo un año.

Manos libres para Chávez por 365 días. Sin duda, el venezolano se preocupa demasiado por sus gobernados. Pero hay un detalle y como en política no hay coincidencias, que hace sospechar que detrás de la medida del ex golpista no hay una inspiración en Noé: el 5 de enero, la nueva Asamblea asumirá con 40% de diputados de la oposición (98 chavistas contra 65 adversarios) y con la Ley Habilitante, otorgada a Chávez, éste se blinda ante el nuevo Legislativo.

Y es que para otorgar tales poderes, son necesarios tres quintas partes de los votos parlamentarios. Además, con la nueva composición, el chavismo, pese a su mayoría, perderá la facultad de sancionar leyes. Cuestión de gobernar en ríos revueltos.

http://impreso.milenio.com/node/8882525

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De Tácticas y Estrategias

La mágica elocuencia de un soñador

Horacio Besson

La blanca Estocolmo está bajo cero. Para Julian Assange, quizá sea un mal presagio. Pero para Mario Vargas Llosa ha sido el escenario de una dulce y fructífera semana en el Báltico.

El domingo pasado, el escritor se lo explicaba así a Anaís, que en sus brazos y con sólo 10 meses de vida, le escuchaba atenta mientras volaban de península a península (de la ibérica a la escandinava): “Viajamos a Estocolmo, la capital de un país que se llama Suecia, donde a tu abuelo le van a dar un premio”.

A partir de entonces, esa vorágine iniciada en el amanecer neoyorquino del 7 de octubre cambió su ritmo. Bastaba una cena familiar en el viejo Den Gyldene Freden, de la calle Österlanggatan 51, para hacerse de Estocolmo, sentirse en casa y dejarse llevar por el gozo de saberse amado (por su familia), admirado (por sus lectores), envidiado y repudiado (las adversas opiniones que tengan de él en Caracas, La Habana, La Paz y Managua le son un aliciente para seguir pregonando que “las dictaduras deben ser combatidas sin contemplaciones”).

Dos días después, mientras el mundo se indignaba —o regocijaba— por saber que Assange era apresado a pedido de la justicia sueca, en Estocolmo, Vargas Llosa nos confiaba sus grandes pasiones envueltas en regocijos, anhelos, una que otra frustración y entrañables recuerdos.

En Elogio de la lectura y la ficción, discurso pronunciado por el escritor el martes pasado con motivo de la aceptación del Nobel, cada frase está ahí para conmover. No sobra nada. No hace falta nada. Si, conmueve tanto en su acepción de enternecer como en el de alterar (en este caso a Evo Morales, Daniel Ortega y Hugo Chávez).

Más allá de sus convicciones políticas (con las que podemos coincidir o disentir), el discurso nos recuerda que la lectura es magia para romper “las barreras del tiempo y del espacio” y convertir “el sueño en vida y la vida en sueño”.

Pero no sólo se trata de vivir los sueños, se trata de convencernos que “la ficción es más que un entretenimiento, más que un ejercicio intelectual que aguza la sensibilidad y despierta el espíritu crítico. Es una necesidad imprescindible, insiste Vargas Llosa, para que la civilización siga existiendo, renovándose y conservando en nosotros lo mejor de lo humano”.

¿Porqué tantos elogios a la lectura y a la ficción por parte de Vargas Llosa? Porque al final, nos advierte, “un mundo sin literatura sería un mundo sin deseos ni ideales ni desacatos, un mundo de autómatas privados de lo que hace que el ser humano sea de veras humano: la capacidad de salir de sí mismo y mudarse en otro, en otros, modelados con la arcilla de nuestros sueños”.

De eso y sobre todo, de “convertir en posible lo imposible”.

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Assange: los temores maternos

Horacio Besson

Dicen que no hay más verdad que la de una abnegada madre preocupada por su hijo. Y la de Assange, que se dice “inquieta”, denuncia que “hay gente poderosa que quiere su pellejo”.

Assange se ha convertido en el hombre más asediado, deseado, buscado, idolatrado u odiado en los últimos meses (aunque la vorágine mediática de lo inmediato, que todo lo transforma en desechable, pronto encontrará un substituto).

Además, nadie sabe dónde está pero a la vez, sus revelaciones están por todos lados y han puesto en jaque a diplomáticos y gobiernos de prácticamente todo el mundo. Es una especie transmutada del personaje de los libros que causaron sensación entre los niños que crecieron en los noventas: Where’s Wally?

Ante ello, Christine Assange hace bien en preocuparse por el destino de su hijo. En esa tónica, WikiLeaks recibió diciembre difundiendo un link de Youtube (http://www.youtube.com/watch?v=bqtIafdoH_g) en el que un funcionario del gobierno canadiense afirma que a él “no le disgustaría” que “Assange desapareciera”.

“Obama debería contratar un mercenario o enviar un vehículo no tripulado para eso” remató Tom Flanagan, asesor del primer ministro canadiense Stephen Harper, en un programa de la CBS.

Quizá por ello, Assange ha colocado en Internet, desde hace cuatro meses, un misterioso archivo denominado “insurance.aes256” que, según las especulaciones, alimentadas por el enigmático australiano, sería su “legado” con todos los “secretos” aún no revelados.

Se supone que el archivo, que pesaría 1.4 Gigabytes, está codificado con el sistema de encriptación más seguro y avanzado de la actualidad, el AES256, y en un principio puesto en el portal de WikiLeaks, podría bajarse como archivo “torrent”.

Desde luego, el halo de misterio es alentado por el propio Assange que a finales de julio pasado comentó sólo unas cuantas palabras en torno al insondable “insurance.aes256”: “Bueno, creo que es mejor que no comentemos sobre eso. Pero ya sabes, uno podría imaginar en una situación similar que podría valer la pena asegurar las partes importantes de la historia para que no desaparezcan”.

Pero mientras crecen los temores maternos y la justicia sueca va en su búsqueda (por un delito que, por cierto, de ser hallado culpable, recibiría una pena máxima de 4 años) Assange desenvaina su espada y anuncia a su próxima “víctima”. Ahora va contra la vieja inquilina de Lower Manhattan: Wall Street.

http://impreso.milenio.com/node/8875487

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De Tácticas y Estrategias

Sísifo tiene cólera

Horacio Besson

Se llama Julien y tiene 28 años. En tierra de sol, ha vivido en tinieblas. Para él, como para millones de haitianos, la esperanza es una palabra diluida y lejana. Una especie de utopía. Este año inició como suele hacerlo: con los proyectos de vida que se limitan a la supervivencia diaria. No más. Pero el 12 de enero hizo que su cotidiana lucha entre miseria, violencia y falta de oportunidades laborales se estremeciera y modificara para siempre. Entre los 250 mil muertos dejados por el terremoto, se encuentran su esposa y su hija de 10 años.

Hay un niño de seis años a quién alimentar. El instinto le obliga a inmigrar a la República Dominicana.

El turismo le está dando divisas a la nación dominicana. La pujanza hace que se construyan hoteles de lujo. Y para ello están los haitianos, la principal mano de obra utilizada en la albañilería. Comparado a como estaba en Puerto Príncipe, Julien está en la gloria. Hay trabajo y su hijo, alimento. Pero Sísifo no puede modificar su destino.

Desde el miércoles, el gobierno dominicano ha prohibido que las constructoras contraten albañiles haitianos. ¿El detonante? El miedo a que el cólera entre. Las alarmas se encendieron luego de que se detectó un primer caso. El enfermo, un albañil haitiano, está fuera de peligro. Ayer, Santo Domingo aceptaba que analizaba un posible segundo caso de otro haitiano. Las autoridades dominicanas le tienen pavor a que el cólera entre al país pues saben que un brote de esa enfermedad puede provocar graves consecuencias. Y basta un solo caso. Uno solo, no más. Y pobreza. Mucha miseria.

Scott Dowell, doctor especialista en enfermedades infecciosas del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por su sigla en inglés) afirma que el cólera pudo haber llegado a Haití a través de una persona infectada, una porción pequeña de comida contaminada o incluso por el agua que transportaba una embarcación.

Como sea, ya van 1,110 haitianos muertos y 18 mil enfermos en pocas semanas.

¿El futuro? Dowell afirma (¿sentencia?): “En lo que respecta a erradicarlo o eliminarlo de Haití, no tenemos muchas esperanzas al respecto”.

Mientras tanto, un desempleado Julien tiene miedo. También coraje. Su hijo, hambre.

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De Tácticas y Estrategias

El fantasma europeo

Horacio Besson

Mientras la temporada prenavideña parece impregnar tanto al gobierno surcoreano, que manifiesta su optimismo ante un posible (y muy limitado) acuerdo en la cumbre del G20 para evitar una guerra de divisas, como a Cristina Fernández, Lula da Silva y Felipe Calderón que pidieron a las grandes potencias un compromiso para evitar el choque de los trenes monetarios, en las islas británicas el espíritu de Ebenezer Scrooge se encarga de poner en jaque las esperanzas de toda Europa.

Pero los buenos deseos expresados en Seúl no son suficientes. Difícil será detener a China y a EU en lo que parece una guerra inminente entre el yuan y el dólar. Además, el tímido —e ingenuo— optimismo de la época de fin de año se topa con ese personaje dickensiano que ayer nos recordó que Europa está en problemas. Desde Irlanda, los intereses de los bonos gubernamentales se dispararon a niveles récord ante la desconfianza de los inversores al observar que Dublín ha fracasado en resolver su crisis bancaria y por ende, dirigirse a un default que haría temblar a toda Europa. Y con ella, a todo el mundo. Por si fuera poco, Irlanda no está sola. Portugal también camina por la cuerda floja: la tasa de sus bonos ha saltado toda la semana rompiendo sus propias marcas desde que entró a la eurozona. Y también están ahí, presionados, España y, desde luego, Grecia.

Pero no se trata de notas en torno a la crisis financiera que sólo afectan a los centros financieros. Sus efectos tocan —trastocan — a la gente común. El martes la violencia se impuso a la prudencia británica causando estragos que, en principio, sólo provocaron vidrios y muebles rotos del partido del premier David Cameron. El problema es que la ira de miles de estudiantes puede desbordarse. Los franceses también viven los estragos y deberán dedicarle más años de su vida al trabajo para poderse retirar con cierta dignidad.

La Europa como modelo desvela parte de un rostro no del todo conocido: Italia y Portugal son, junto a Japón y… Haití, las naciones que en los últimos diez años han tenido el menor crecimiento económico a nivel mundial. Una década perdida que, pobre consuelo para nosotros, nos recuerda lo que tantas veces hemos padecido en Latinoamérica.

Y, paradojas de la historia, ¿qué países encabezan la lista de las naciones con mayor crecimiento en esos diez años? Guinea Ecuatorial (ese diminuto país africano, el único que habla español en ese continente) con un 387.45% seguido de Azerbaiyán, Qatar, Turkmenistán y Angola.

http://impreso.milenio.com/node/8863782

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De Tácticas y estrategias

El mejor policía del mundo

Horacio Besson

Mientras en México, la cifra macabra de los cadáveres se eleva cada día (y con ella, el temor del mexicano común y corriente) ante la violencia que no cede al tiempo que la iniciativa de un mando único policial se empantana en un laberinto repleto de intereses, un colombiano es reconocido como “el mejor policía del mundo”.

Se llama Óscar Naranjo y el sábado recibió el reconocimiento de más de 14 mil directores de organismos policiales de todo el mundo. El general Naranjo es el director de la Policía Nacional de Colombia y fue reconocido, a palabras de la International Association of Chiefs of Police (IACP) “por mantener la seguridad y la confianza ciudadana en su país”. El ex presidente colombiano César Gaviria recordó en una entrevista con Carmen Aristegui que en su país, la autoridad con mayor prestigio es la Policía Nacional sobre la propia presidencia (pese a la enorme popularidad de Álvaro Uribe o del actual mandatario, Juan Manuel Santos), legisladores, ejército o de la Iglesia.

El general Naranjo, con 33 años de carrera, afirmó al recibir el reconocimiento que lo hacía en nombre de los 170 mil policías de su país sin olvidar a los 13 agentes que continúan en manos de las FARC. Y es que Naranjo no es una excepción de la policía colombiana. Su antecesor, el general Rosso José Serrano también obtuvo el galardón de la IACP.

A inicios del mes, jefes policiacos de 19 países americanos se reunieron en México. Entre ellos, Naranjo quien advirtió, con un Genaro García Luna muy atento, que “por terrorista y bárbaro que sea el desafío del narcotráfico, el comportamiento de las fuerzas institucionales debe apegarse al respeto por la ley y los derechos humanos, porque cada vez que un funcionario público se desvía de su actuación legitima la delincuencia”. Semanas después, en su discurso de aceptación del reconocimiento, Naranjo agregó: la confianza ciudadana “hay que ganarla trabajando con eficacia, efectividad y con honestidad”.

Si, muy evidente. Pero en un México que debate su futuro entre balas y granadazos, y donde hay más de 400 municipios sin policía o cuando la confianza de la ciudadanía en ella brilla por su ausencia, puede parecer ingenua e irrealizable.

http://impreso.milenio.com/node/8856256

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De Tácticas y Estrategias

Cuba y el incómodo Sajarov

Horacio Besson

El Premio Sajarov nació para incomodar. De acuerdo a su propia definición, el galardón es otorgado a los que “luchan contra la intolerancia, el fanatismo y la opresión”.

Incomoda, pues apunta sus dardos de advertencia a los grupos de poder que le hacen la vida imposible a los que han decidido hacerles frente.

Desde que en 1988, la primera vez que se otorgó en honor del científico y disidente soviético Andréi Sajarov, fue entregado a Nelson Mandela y al ruso Anatoli Marchenko, quedó más que clara su esencia.

A partir de ese momento, cada año, sus reconocimientos dividen opiniones y encolerizan a gobiernos —y a sus incondicionales— o a grupos de terroristas o extremistas (en el 2000, la asociación ¡Basta ya! fue reconocida por su lucha por el Sajarov por su oposición contra la ETA y en 1994, la bengalí Tasmina Nasrin recibió el premio por su activismo a favor de los derechos de la mujer desatando la ira del extremismo musulmán).

Esta vez, el Premio Sajarov mueve sus piezas para apretar la tuerca en torno a la Cuba de los hermanos Castro.

El propio Guillermo Fariñas lo reconoce: “El Parlamento Europeo está enviando un mensaje a los gobernantes cubanos de que ya es hora de que haya democracia y libertad de conciencia y expresión en Cuba”.

Atiza los reclamos de disidentes y críticos para que eleven sus exigencias a esa nomenklatura anquilosada y provoca a los eternos defensores de Fidel.

Y es que el mensaje contra la Cuba castrista ha sido constante: en 9 años, la disidencia caribeña ha recibido el Sajarov en tres ocasiones: en 2002 a Oswaldo Payá y en 2005 a las Damas de Blanco.

Claro, toda buena intención tiene sus intereses e intenciones y el Parlamento Europeo no es la excepción, siendo dominado por conservadores. Así, el tinte político se acrecienta para que derecha e izquierda argumenten, descalifiquen y lleven agua a sus propios molinos.

Tan sólo un ejemplo: al tiempo que los eurodiputados conservadores festejaban, la cabeza de los socialistas europeos en Estrasburgo, el alemán Martin Shultz, callaba y se mostraba inexpresivo tras conocerse el nombre de Fariñas para el Sajarov.

Pero más allá de los pescadores ideológicos (sea cual sea el bando), Fariñas tuvo la voluntad para desafiar y no ceder. Podrá recibir miles de insultos, pero no cualquiera resiste lo que él resistió: 135 días sin comer para lograr un resquicio en la inflexible Habana.

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De Tácticas y Estrategias

Chile, esperanza de nuestra propia tragedia

Horacio Besson

¿Por qué millones de seres de todos los rincones del planeta se concentraron en la operación de rescate de los 33 mineros?

La cabeza de la edición impresa de ayer del diario español El País nos da una pista: “Chile conmueve al mundo”.

De acuerdo a la Real Academia Española (RAE), conmover es “perturbar, inquietar, alterar, mover fuertemente o con eficacia” y también “enternecer”.

Y eso sucedió: para los mil millones de personas (de acuerdo al gobierno chileno) que vieron en directo el rescate y para los otros cientos de millones más que lo siguieron de forma indirecta, la incertidumbre que significó todo el proceso de salvamento (búsqueda de vida, contacto, construcción del túnel, descenso de la cápsula y, finalmente, la salida a la superficie de cada uno de los mineros) implicó en distintas medidas, perturbación, inquietud y enternecimiento.

¿Por qué? La respuesta nos la da, al menos a los mexicanos, el Cerdotado en su viñeta de ayer cuando sueña que una cápsula similar a la Fénix 2 saca a uno de nuestros connacionales de las profundidades. “Ahora faltan menos de 108 millones de mexicanos para ‘sacar del hoyo’”, afirma en su sueño.

El ver a los mineros en la peor de las tragedias, en un duelo entre la vida y la muerte, nos conectó con nuestras propias desgracias. Su triunfo lo hicimos nuestro como un ejemplo de que en todo puede haber una salida: de una enfermedad, de un accidente, de una guerra, de la violencia, de un duelo, de un infierno interior.

Nuestro emotivo interés se acrecienta al enterarnos de la capacidad de reacción, tenacidad y constancia por parte del equipo de rescate que traducimos en un “no estuvieron nunca solos”. El observar los esfuerzos del gobierno chileno sin importar los obstáculos, el tiempo o el dinero (Piñera habla de un costo de entre 10 y 20 mdd) mitiga a nuestros propios miedos al creer que cuando necesitemos ayuda, la tendremos, por más titánica que sea la aventura para lograrlo.

Quizá por eso, el periódico La Nación, de Buenos Aires, también en su edición de ayer, puso el dedo en la llaga: “Nos da envidia. Despierta admiración y, en el fondo, nostalgia: ¿cuánto hace que los argentinos no nos enorgullecemos de nosotros mismos como sociedad en lugar de vanagloriarnos por el crédito de un polo o un sector en particular? Esa es la diferencia con Chile, acaso más monumental que la cordillera de los Andes. Y es, también, la consecuencia de vivir en una guerra permanente contra nosotros mismos en la cual es imposible que haya ganadores”.

Una reflexión en donde México ve reflejado su propio rostro.

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Ecuador, entre charros y Hollywood

Horacio Besson

La escena parece sacada de alguna película mexicana de los años cuarentas (usted escoja a su director favorito, Ismael Rodríguez o a Emilio Indio Fernández): Un exaltado Rafael Correa arenga a una de por sí enardecida multitud de policías. “Si quieren matar al presidente, mátenme…mátenme si tienen valor”, al tiempo que se jaloneaba la corbata y se abría la camisa para mostrar, quizá, el lugar de su pecho donde debería dar la hipotética bala.

Todo intento de subordinación a un gobierno elegido a través de las urnas debe ser condenable y rechazado. Sin cortapisas, titubeos, matices o demoras. Hay muchos elementos en la inconformidad policiaca que nos llevan a pensar que detrás de ella, existió un plan deliberado de presionar lo más posible al mandatario ecuatoriano.

Y la caótica, por decir lo menos, jornada de ayer nos recuerda aquel viejo adagio: si camina como pato, nada como pato, vuela como pato y grazna como pato… y el asedio de ayer a Correa tiene muchos elementos para pensar en un intento de golpe de Estado.

Pero si es por demás reprobable y condenable la actitud de los sublevados, nacida ya sea de un proyecto (el equivalente al pato) para derribar al presidente ecuatoriano o una manifestación válida que se salió de control (equivalente a un ganso), el comportamiento de Correa es, por ingenuo, decepcionante.

La trampa estaba a la vista. Bastaba poner el señuelo. Y Correa fue directa a ella o, como lo afirmó Simón Pachano, de la Flacso, “se fue a meter en la boca del lobo”. ¿El trabajo de su sistema de inteligencia no detectó la posibilidad de la asonada? ¿No le advirtieron sus asesores de los riesgos de acudir al Regimiento Quito? Viendo lo caldeado de los ánimos ¿por qué Correa se olvidó de su investidura y azuzó a los ya de por sí exaltados policías?

Los antecedentes daban para ser cautos: entre destituciones por parte del legislativo, elecciones y golpes, siete mandatarios gobernaron el país en 13 años. Destaca el caso de Jamil Mahuad quien en enero de 2000 fue depuesto por una sublevación encabezada por Lucio Gutiérrez, el mismo que es señalado ahora por Correa. Siendo así, ¿por qué Correa actuó con tanta impericia y candidez?

Si el día inició para Ecuador como un filme de charros mexicanos, éste terminó como una cinta hollywoodense con el espectacular operativo de rescate en medio de una lluvia de balazos entre el ejército y la policía.

Ahora le toca a Correa dar una respuesta. “No habrá perdón, ni olvido”, ha adelantado.

http://impreso.milenio.com/node/8840902

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Santos: entre Shakira, la perra Sacha y Jojoy

Horacio Besson

Santos la está pasando bien. Y tiene sus motivos: ha sido una buena semana para él. El miércoles aseguraba ufano en la cumbre sobre los Objetivos del Milenio, en Nueva York, que Colombia pasó de ser “un Estado fracasado a una estrella emergente (…) atractiva ante el mundo”.

Pero Santos no sólo fue a la sede de la ONU, sino que se dio tiempo para asistir al Madison Square Garden para disfrutar el concierto de Shakira y ayer muy temprano, salir a ejercitarse en el Central Park con shorts negros y playera amarilla. Tuvo tiempo para todo, incluso para ocuparse, el miércoles, de las FARC.

“Tienen que dejar de hacer terrorismo si quieren algún diálogo. Si no dejan de hacer terrorismo, nosotros seguiremos aplicando toda la presión militar como lo estamos haciendo y lo seguiremos haciendo”. Era su respuesta al Bloque Sur de las FARC que había manifestado su disposición a un diálogo pero sin condiciones previas, según un comunicado divulgado en internet. 24 horas después, Santos demostraba que hablaba en serio.

La muerte del Mono Jojoy es un duro golpe para las FARC. Para muchos especialistas significa un verdadero knockout o tiro de gracia para la insurgencia más añeja de Latinoamérica. Acorralada, mermada en capacidad militar y política, sin prestigio internacional, con constantes bajas y deserciones (llegó a tener 17 mil elementos contra, cuando mucho, 9 mil en la actualidad) y sin apoyo en las zonas urbanas, las FARC no tienen muy claro su futuro. Máxime si además, en el ataque donde murió Jojoy, el gobierno incautó, de acuerdo al diario El Tiempo, 50 memorias electrónicas y 12 computadoras.

Un movimiento subversivo debe tener la capacidad de reemplazar a sus líderes sin que esto le afecte para alcanzar sus propósitos. Cuando es incapaz de hacerlo, la sentencia de muerte como insurgencia queda declarada. Y en estos momentos, las FARC carecen de la facultad de sustituir a su estratega militar.

En otra parte de su comunicado del miércoles, las FARC afirmaban que Santos “sólo ofrece la paz de los sepulcros”. No están tan equivocadas. Habrá que ver su respuesta. Aunque en el mismo mensaje dejaban entrever una especie de Ley de Talión: “Mientras haya guerra, habrá actos de guerra de parte y parte”.

“Esta es la operación bienvenida que les habíamos prometido a las FARC”, reviró el presidente colombiano. Santos se refería a la llamada Operación Sodoma con la que se le dio muerte a Jojoy y a otros19 guerrilleros. Del lado del gobierno, la única baja fue la de Sacha, una perra labrador.

“Lamento la muerte de Sacha”, confesó Rodrigo Rivera, ministro de Defensa. Sin duda muchos en Colombia también.

Si, una buena semana para Santos.

http://impreso.milenio.com/node/8837203