martes, 26 de abril de 2011

De Tácticas y estrategias

El mejor policía del mundo

Horacio Besson

Mientras en México, la cifra macabra de los cadáveres se eleva cada día (y con ella, el temor del mexicano común y corriente) ante la violencia que no cede al tiempo que la iniciativa de un mando único policial se empantana en un laberinto repleto de intereses, un colombiano es reconocido como “el mejor policía del mundo”.

Se llama Óscar Naranjo y el sábado recibió el reconocimiento de más de 14 mil directores de organismos policiales de todo el mundo. El general Naranjo es el director de la Policía Nacional de Colombia y fue reconocido, a palabras de la International Association of Chiefs of Police (IACP) “por mantener la seguridad y la confianza ciudadana en su país”. El ex presidente colombiano César Gaviria recordó en una entrevista con Carmen Aristegui que en su país, la autoridad con mayor prestigio es la Policía Nacional sobre la propia presidencia (pese a la enorme popularidad de Álvaro Uribe o del actual mandatario, Juan Manuel Santos), legisladores, ejército o de la Iglesia.

El general Naranjo, con 33 años de carrera, afirmó al recibir el reconocimiento que lo hacía en nombre de los 170 mil policías de su país sin olvidar a los 13 agentes que continúan en manos de las FARC. Y es que Naranjo no es una excepción de la policía colombiana. Su antecesor, el general Rosso José Serrano también obtuvo el galardón de la IACP.

A inicios del mes, jefes policiacos de 19 países americanos se reunieron en México. Entre ellos, Naranjo quien advirtió, con un Genaro García Luna muy atento, que “por terrorista y bárbaro que sea el desafío del narcotráfico, el comportamiento de las fuerzas institucionales debe apegarse al respeto por la ley y los derechos humanos, porque cada vez que un funcionario público se desvía de su actuación legitima la delincuencia”. Semanas después, en su discurso de aceptación del reconocimiento, Naranjo agregó: la confianza ciudadana “hay que ganarla trabajando con eficacia, efectividad y con honestidad”.

Si, muy evidente. Pero en un México que debate su futuro entre balas y granadazos, y donde hay más de 400 municipios sin policía o cuando la confianza de la ciudadanía en ella brilla por su ausencia, puede parecer ingenua e irrealizable.

http://impreso.milenio.com/node/8856256

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