viernes, 29 de enero de 2010

De Tácticas y Estrategias
Por Horacio Besson


Haití: cuidado con los loup-garou



Siéntete como en tu casa/
siéntete como de la familia
Del musical Oliver!

Toda catástrofe desata la ira de mil demonios entre la población que la padece. Haití no es la excepción. A 17 días del terremoto que se ensañó con un pueblo ya herido, los temores se acrecientan hasta niveles que, desde lejos, parecerían absurdos: la población empieza a hablar de los loup-garou, los “hombre lobo”, cuyo espíritu se posesiona de cualquier ser humano para, así, merodear los cientos de campamentos de damnificados de Puerto Príncipe con el único fin de devorar niños.

Pero detrás de estos imaginarios temores, empieza a aparecer una preocupante realidad: el tráfico ilegal de pequeños haitianos.

Se estima que dos millones de niños fueron afectados por el sismo (alrededor de 40% de la población haitiana es menor de 15 años) y eso, en un país sumido en el caos, el hambre y sin autoridad evidente, es muy tentador para las mafias

Los focos rojos ya se han encendido cuando el sábado pasado Jacques Boyer, director adjunto de la Unicef, afirmó que “sin poder confirmar cifras, hay casos de niños sacados de los hospitales sin los documentos firmados”. La alarma la había activado un día antes el consejero regional de la misma Unicef, Jean-Luc Legrand, quién denunció que 15 niños habían desaparecido de un hospital haitiano.

Y es que el “negocio” de convertir a los niños en mercancía de exportación deja mucho dinero: 10 mil millones de dólares al año, convirtiéndolo en el tercer comercio ilícito más lucrativo tras el de armas y drogas. Un millón 200 mil niños son víctimas anualmente de ese tráfico para terminar como meros objetos sexuales o esclavos laborales. Algunos, los que tienen suerte, son parte de un tráfico de adopciones ilegales (los cuales pueden “costarles” a los papás adoptivos hasta 50 mil dólares).

Mientras tanto, en países como Bélgica, España, EU, Francia y Holanda, se han acelerado los trámites para las adopciones legales de niños haitianos ante la euforia desatada que, espero, no sea producto de esa misma naturaleza “solidaria” y “paternal” del personaje de la película Brüno. El martes pasado, el gobierno de EU tuvo que pedir paciencia a los futuros padres de los huérfanos que dejó el terremoto, al tiempo que 300 personas se manifestaban en Francia para pedir que se trasladen al país europeo los pequeños haitianos que están en trámite de adopción.

Decenas de niños ya han llegado a Miami, Toronto, Amsterdam y París para buscar el futuro que les fue arrancado. Ellos han tenido suerte: Carla Bruni estaba ahí para recibirlos. Otros, muchos más, no la tendrán…

http://impreso.milenio.com/node/8710816

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