sábado, 20 de febrero de 2010

De Tácticas y Estrategias
Horacio Besson
Las prioridades de Brasil (y de Madonna)


Hubo prioridades para los brasileños en esta semana. Una de ellas fue Río. A ritmo de fiesta, la metrópoli de las mil cabezas se olvidó de su miseria y de su violencia para reinterpretarse a sí misma y mostrarse —mostrarnos— por qué piel, calor, baile y hormona sólo pueden conjugarse a la perfección en esta ciudad Sol-Cuerpo.
Un carnaval que monopolizó toda atención y toda energía. 55 millones de camisinhas —condones— repartidos (¿cuántos usados?) al ritmo de samba y el grupo Unidos da Tijuca ganando el certamen del desfile de carros alegóricos en el Sambódromo. Es su primer triunfo en 74 años. Algo para recordar, justifican los cariocas. Hasta hace 48 horas, los brasileños vivieron de fiesta en fiesta acompañados de celebridades como Paris Hilton y Madonna. Pero el Miércoles de Ceniza impuso sus preceptos y las prioridades cambiaron.
Y una de ellas son las elecciones presidenciales de octubre próximo. Hoy, el Partido de los Trabajadores (PT) comienza en Brasilia su IV Congreso para formalizar la candidatura de Dilma Rousseff e iniciar las discusiones sobre el plan de gobierno, que se presentará al electorado, y los mecanismos para sustentar las necesarias coaliciones para su sobrevivencia. En lo que es un mero trámite en el PT, la elegida por el propio Luiz Inácio Lula da Silva a sucederle, tendrá que lidiar con una campaña nada cómoda pese al éxito y popularidad del actual mandatario (el ex líder sindicalista tiene 81% de aceptación).
Y es que el gran reto para el PT es lograr que el nombre de Lula impregne la campaña presidencial de la jefa del gabinete ministerial y convencer al brasileño que Rousseff es confiable para refrendar los ocho exitosos años del gobierno de Da Silva. Nada fácil para un país que es, más allá de ideologías o partidos, lulista. “Política de seducción” y no de convicción, escribió ayer en El País Julio María Sanguinetti.
Rousseff, de 62 años y combatiente de un cáncer linfático, tendrá como adversario al socialdemócrata José Serra, gobernador de Sao Paulo, quien encabeza los sondeos con 36 % de la intención de votos. Once puntos sobre la llamada “Dama de Hierro”.
Mañana, Rousseff será la oradora principal en el Congreso de su partido. Defenderá, entonces, lo que ella ha llamado la “herencia bendita” de Lula, de un “socialismo democrático” que el PT iza como bandera al tiempo que busca refrendar una alianza con el Poderoso —y centroderechista— Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).
Por cierto, Madonna también tuvo sus prioridades. Además de exhibir a su novio —de estas tierras— Jesús Luz, la cantante tuvo tiempo para encontrarse, primero, con José Serra y en pleno Sambódromo, con Rousseff. Glamour, carnaval y política. Sólo Brasil es así.

http://impreso.milenio.com/node/8722300

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