sábado, 3 de abril de 2010

De Tácticas y Estrategias

Horacio Besson

Morir a los seis años

A los seis años lo tenía todo. JonBenet Ramsey era el vivo ejemplo de lo que debía ser una familia modelo. Hija de millonarios y una belleza reconocida en todas partes. Tanto, que de ser una hermosa niña, se convirtió en una especie de Barbie a escala, forzada por esa obsesiva sociedad que idolatra la estética “perfecta”, para ir de concurso en concurso de belleza infantil, de esos que pululan por todo Estados Unidos. Como la pequeña Olive Hoover de la película Little Miss Sunshine. Casi igual, pero con algunos matices. Unos, pintados de un inocente rosa meloso como el obtener el título de Miss America.

Pero hay versiones de los guiones de Hollywood que tienen finales muy distintos en la vida real. Mucho más siniestros. Y sobre todo, mucho más crueles.

Era el 26 de diciembre de 1996. Zona residencial de Boulder Colorado llena de luces multicolores. Una digna estampa de tarjeta navideña. La policía recibe una llamada. Era John Ramsey, padre de JonBenet, que denunciaba la desaparición de su hija y el hallazgo de una nota que le informaba que la habían secuestrado y pedían 118 mil dólares de rescate. Pero el porvenir de la pequeña miss ya estaba hecho trizas. Muerta y violada, JonBenet yacía en el sótano de su propia casa. La niña rubia y de ojos azules tenía el cráneo fracturado y había sido estrangulada.

Escena del crimen modificada, actitudes por demás desconcertantes de los padres y su hermetismo e incongruencias en las versiones que daban a las autoridades y a la prensa hicieron que el caso tomara un giro en contra de la misma familia. La guerra mediática apareció.

Como en pocos casos en EU, la fiscalía se enfrentó a la policía. Las sospechas aumentaban cada vez más en contra del padre. Los estadunidenses se dividieron en sus opiniones. El debate crecía. Y el misterio también.

Empantanado en su propio laberinto, el caso empezó a ser rezagado por los medios de comunicación y la incompetencia de las autoridades ahogó el asunto.

En 2006, el caso revivió por unas cuantas semanas cuando Tailandia extraditó a EU a John Mark Karr quien confesó el crimen de la niña. Análisis de ADN comprobaron que era un mitómano aficionado a la pornografía infantil. Ironías de la vida, ese mismo año, Patsy, la madre de JonBenet, murió de cáncer. Dos años después, la fiscalía limpió de todas sospechas a los Ramsey.

Hoy, el olvido cubre un pequeño cadáver. Mientras tanto, un asesino sigue libre.

http://impreso.milenio.com/node/8744752

No hay comentarios:

Publicar un comentario